La integración de las TIC no se trata solo de usar computadoras o proyectores en clase, sino de transformar la manera en que enseñamos y aprendemos. Cuando se incorporan de forma estratégica, las TIC permiten personalizar el aprendizaje, fomentar la participación activa y conectar los contenidos con el mundo real.
En el área de matemáticas, esta integración ha demostrado ser especialmente poderosa. Herramientas como GeoGebra, hojas de cálculo dinámicas y simuladores interactivos han cambiado la forma en que los estudiantes visualizan conceptos abstractos, resuelven problemas y colaboran entre sí.